3 de març 2003

González Ledesma recuperará en Francia la novela censurada en 1948

El escritor catalán acaba de publicar ‘El pecado o algo parecido’

Isabel Obiols

Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927) está de enhorabuena. Hace poco ha publicado una nueva entrega de las andanzas del policía Méndez, El pecado o algo parecido (Planeta), y escribe otra novela a pàrtir del personaje. Además, espera ver publicada pronto la novela con que debió darse a conocer en 1948. Esa novela, Sombras viejas, fue censurada, y el autor, tildado de "rojo" y "pornógrafo". El libro se editará el año que viene en Francia. Si la reacción de los lectores es buena, la traerá a España.
En El pecado o algo parecido, González Ledesma recupera en parte el título con que se presentó al Premio Planeta en 1984, que era La virtud o algo parecido y que fue cambiado cuando le concedieron el galardón por Crónica sentimental en rojo. "Consideraron que mi título era demasiado intelectual, pero a mí me gustaba mucho porque era equívoco", explica. "En esa novela la protagonista era una chica virtuosa, cuyas virtudes transgredía constantemente. En este caso, son personas que en vez de cultivar la virtud, cultivan el pecado. El protagonista es un banquero que presume de su cinismo y Méndez no cree absolutamente en nada. El juego de palabras salió porque nunca se sabe dónde está el pecado, dónde la necesidad y dónde está la corrupción moral del país".
El paisaje humano y moral con que se topa esta vez Méndez está acorde con el que González Ledesma, presidente del Consejo de la Información de Cataluña, precibe en el país: "España, en estos momentos, es un país de medias verdades, de considerable cinismo, y hay una desorientación moral muy fuerte".
Manuel Vázquez Montalbán le definió, hace años, como un "optimista de la operación de escribir". González Ledesma interpreta la frase: "Supongo que por un lado quería decir que no concibo la vida sin escribir. Yo fui rico, pero desgraciado, haciendo de abogado y pobre de ir tirando, pero rabiosamente feliz, en el periodismo. Si no escribiera novelas no encontraría un sentido a mi vida. Es que a mí hay muchas cosas que me han ido mal, como cuando por culpa de
la censura no pude publicar y para ganarme la vida tuve que escribir muchas novelas populares. A pesar de ello nunca perdí el optimismo y seguí pensando que eso se acabaría y que algún día podría publicar libremente".
Ha tenido que esperar, pero Sombras viejas, novela inédita durante largos años, aparecerá en 2004 en la editorial francesa L’Atalante. En el libro retrata la España del principio de la Guerra Civil a través de la historia de
una chica. "Era la historia de Los cipreses creen en Dios, de Gironella, pero desde el punto de vista de los obreros de la calle", recuerda. "La releí un par de veces y me pareció tan romántica y tan limpia que pensé que quizás ahora la gente no la entendería. Pero se la di a leer a un crítico francés, que me recomendó eliminar la parte política y conservar todo lo demás. Según sea la reacción de los lectores franceses, la publicaré aquí", concluye.

El País
, 3 de marzo de 2003